La Ontología Aplicada es el intento de poner en uso las herramientas rigurosas de ontología filosófica en el desarrollo de sistemas de categorías que pueden ser de utilidad en la formalización y sistematización del conocimiento de un determinado dominio.
En lo que sigue vamos a esbozar algunos elementos de la ontología de la Filosofía del Derecho, prestando atención especial a la normatividad involucrada en este tipo de instituciones de tipo jurídico-legal. Veremos que hay más de un tipo de normatividad, que a menudo ha sido ignorada por el intento de los filósofos en construir ontologías legales y de otro tipo de instituciones socio-políticas.
Los ejemplos clásicos de enunciados normativos han sido proposiciones morales, que no se limitan a describir los estados de las cosas, nos dicen efectivamente cómo deberían ser los estados de ellas. La distinción entre cómo son las cosas y la forma en que deben ser es la base de la distinción entre hechos y valores.
Los filósofos analíticos durante mucho tiempo evitaron discusiones de normatividad y ética. A su juicio, las declaraciones éticas como pseudo proposiciones, o como expresiones de actitudes “con” o “pro” no ofrecen ningún tipo de significado teórico.
Hoy en día, en contraste, filósofos analíticos prominentes discuten problemas de la ley y hay importantes libros escritos por dichos filósofos sobre temas tan relevantes para la Filosofía del Derecho como la ley y la justicia.
Aquí es necesario enfocarnos en tres pensadores seminales de este desarrollo o problema de la ley: HLA Hart, John Rawls y John R. Searle, a quienes es interesante estudiar principalmente por esa relación con la forma en que se ocupan del tema de la normatividad o ley. Hart es, dentro del contexto de la filosofía analítica reciente, el filósofo del Derecho más importante, Rawls por su parte es el filósofo político más importante y finalmente Searle es el filósofo más significativo de la realidad social.